domingo, 24 de mayo de 2009

Al Dr. Adrian Cáceres Olazo, mi padre
























Era tu paso rápido, firme y seguro,
tu mirada diáfana y clara
tus manos tiernas y suaves guiaron mis pasos.

Inquebrantable protector,
refugio del desamparado,
me enseñaste con ejemplo
mas que con tus sabias palabras.

Seguro de una nueva patria,
el poder, la fama y el dinero
no lograron consumir tus dias.
Te declaraste:
............ ......... .... Pasajero caminante al servicio del hermano,




Te vi joven,
resplandeciente,
sonreías.
En mi frente hiciste la señal de la cruz,
la besaste.
-Debo irme...
-Yo te sigo, respondi
-No, no es tu tiempo.
y la oscuridad me trago.
- Padre, necesito tu luz, estoy perdida.



Maria Fischinger@ 2009

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