lunes, 24 de noviembre de 2008

La oportunidad

Rosalía sonrió al mirar su imagen en el espejo. El velo de novia de su hermana Amalia le acentuaba su belleza. Si, sería una bella novia. Pensó en Juan Diego, alto, esbelto de facciones clásicas, de pelo negro ondulado. Él sería su novio, así lo había decidido el primer momento que lo conoció.
Rosalía, convenció a sus padres que ella remplazaría a su madre en la casa de Juan Diego y Amalia durante el tiempo del nacimiento del segundo hijo de la pareja. Rosalía se dedico al cuidado de pequeño Robertito, el nene mayor de la pareja y le dejo tiempo a Amalia para descansar y atender a Juan Diego. Los dos jóvenes esposos se veían tan enamorados y felices. El parto se presento mientras Juan Diego estaba en un corto viaje de negocios. Fue un parto complicado y largo, el bebé decidió sacar primero una de las manos, pero nació sano y saludable. La madre con la ayuda de la medicación administrada por el doctor quedo profundamente dormida
Rosalía vio su oportunidad, tomo una de las almohadas y se la puso sobre la cara de Amalia, la resistencia fue poca y Rosalía mantuvo la almohada hasta que se aseguro que Amalia ya no respiraba.
Rosalía salió del cuarto. Era mejor que otro descubra el cuerpo. Ella estaría en el dormitorio de los bebés, lista a llorar la muerte de su hermana y sobre todo para consolar a Juan Diego.

Maria Fischinger, Chicago @ 2008

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