María, la que, sin nido, anida en nuestros corazones.
María, la de los haikus de invierno inspirados en Bled.
María, la del amor que es tela tejida con paciencia y ternura.
María, la que gritó muda su impotencia cuando tembló la Pachamama.
María, la de los recuerdos anclados en los labios andinos.
María, la que ve en la ciudad humanos sirvientes de la moneda.
María, la que nos muestra el telar de la vida del bosque.
María, la del cuento en que Maruja encuentra su parte Aymará.
María, la que estuvo increíblemente presente cuando presenté mi libro.
María, la de la humildad y la grandeza a flor de piel.
María,
María,
María.
Jorge Luis Estrella
2 comentarios:
que lindo...
Gracias MabelIBE por dejarme tu huella
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