
Al desgranarse la mazorca de la vida
los meridianos y paralelos se fusionaron
borrando las fronteras de la esfera y
los países lejanos quedaron colindantes.
Un lago, siempre a la vista
azul añil abrazando el cielo andino
marco del escenario humilde de un museo viviente,
guardián de una rutina milenaria.
Una línea plomiza marcando el horizonte,
casinos, entretenimiento,
víbrate, moderno y consumidor.
Pequeña joya azul engastada en los Alpes y
coronada por una isla y un templo
y … yo siempre cerca
…siempre lejos
…volando
volando sin poder detenerme.
Maria Fischinger @Chicago, 2007
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