Si tienes un vació en tu vida,
llénalo con amor.
Si tu alma se desgarra,
por una ofensa recibida
cubre la herida con amor.
No importa el camino que recorres
siembra a tu paso las semillas del amor.
A todo al que encuentres en tu camino
sean niños,
jóvenes o ancianos
trátalos siempre con amor,
y no esperes ser correspondido.
Cuando emprendas cualquier labor,
por grande o pequeña que sea
hazla siempre con amor.
No te preocupes que otros juzguen
que no hiciste lo es suficiente,
tu sabes, que lo hiciste
con amor y con esmero.
Porque es con el amor
que nos reflejamos a Dios.
La índole de amor no importa,
todo amor esta lleno de nobleza.
¡ Porque Dios es amor!
Maria Fischinger @ Chicago, 1999
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